lunes, 22 de febrero de 2010

Paulino Viota y sus "Contactos" con Espíritu y sin Forma

No tenía nada mejor que hacer un viernes por la tarde, excepto echarme una siesta, y decidí pasarme por el Centro de Bellas Artes y conseguir unas entradas para la Mesa Redonda dedicada a un tipo llamado Paulino Viota.
¿Quién será este?, me pregunté.
Pues me llevé una agradable sorpresa al ver a un señor de pinta humilde pero impecable y de gusto exquisito (porque había programado un ciclo de Sam Fuller, John Ford y Jean Renoir, entre otros) que había dirigido hace 40 años una película llamada "Contactos", aparte de otras tres y varios cortos; y que resulta que es uno de los pioneros del cine underground en España. Pero "totalmente underground", como lo presentaron allí, porque estaba no sólo al margen de la industria, también, totalmente aparte y por debajo del régimen político que dominaba entonces. También me impresionó su manera de hablar, sencilla y directa. Es un tipo que sabe un montón de cine, pero no alardea. Más de un pedante debería tomar nota de eso.
Estos días también he tenido la fortuna de ver un documental sobre Bukowsky en el que se decía que había publicado un libro llamado ART, que contenía un solo poema (una palabra en cada página) que dice lo siguiente: "Cuando/ el /Espíritu /se /desvanece, /aparece /la /forma".
!Ya tengo con qué entretener mi lánguida existencia!, pensé;
!Ya puedo pensar sobre algo que no me atormente!,
(así estos momentos al menos no serán tan anodinos como la mayoría de ellos).
Pues bien, Paulino Viota derrocha Espíritu en la película que dirigió con 22 años (Contactos). Está llena de planos informales (coloca a la protagonista a la derecha de la pantalla; solo se le ve el hombro y su brazo, mientras se ve en la parte izquierda las sombras de ella y su amante mientras se besan); la cámara está estática casi siempre haciéndote sentir lo anodina y lo aburrida que es la vida normal que llevamos cada uno (esas son palabras de Paulino).
Él dijo que la película no iba de nada, solo son fragmentos de la vida de los protagonistas unidos totalmente al azar. "La podría haber montado un montador ciego; cortando por donde le pareciese, la película hubiera sido la misma". Es de agradecer ese sentido del humor y esa manera liviana de tratar su trabajo. Los que van con aspecto grave por la vida me aburren.
Hay una escena en la que el protagonista da una vuelta a una manzana de edificios (se supone que hace eso, porque la cámara está fija en el mismo sitio y sólo se ve cuando comienza el paseo y cuando lo acaba); dura dos minutos y treinta y tantos segundos me parece. Eso es lo que dura la toma. Y eso fue todo. Me pareció absurdo, pero me reí como hacía mucho tiempo que no me reía. Me hizo sentir vivo. Podrán pensar que soy tan absurdo como esa situación, pero me encanta.
Me gustan sus comentarios, sus planteamientos; que coinciden con la visión de Bukowsky. En "Contactos" no se atiene a ninguna regla, no hay una forma trillada de plantear la película; Paulino Viota dejó que su Espíritu no se desvaneciera y fue totalmente libre para dirigirla. Liberado de todo condicionante económico y social. Quizá fuera como él señaló, que cuando rodó la película era casi un crío. Quizá se note en la frescura de su planteamiento.
También comentó que estaba muy centrado en las cuestiones técnicas y que la dirección de actores no le preocupaba en ese momento. Eso lo calificó como un error por su parte. No sé. En efecto, los actores eran como autómatas, sin expresividad, todos tenían el mismo registro. Pero quizás eso le ayudase en comunicar la sensación de hastío que hay en la película y en la vida de esos muchachos ahí representados. Quizá el azar objetivo intervino de forma prodigiosa e hizo que se intensificaran aún más esas sensaciones.
!Bien hecho Paulino!. Ha sido un lujo estar presente en la proyección de una película que seguro que hemos visto muy pocos, pero que muy muy pocos de los espectadores. Y ver algo así en el cine, siendo un espectáculo de masas, es un privilegio.

Atentamente:

Arín Dodó

martes, 16 de febrero de 2010

Manos Peligrosas - Sam Fuller

MANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horasMANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horasMANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horasMANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horasMANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horasMANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horasMANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horasMANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horasMANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horasMANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horasMANOSPELIGROSASsamfullerCBAjueves18febrero22horas.Atentamente:ArínDodó.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Bukowsky

En el documental de John Dullaghan, Bukowsky – Born into this - sobre este personaje sale el auténtico Charles Bukowsky sin censura de ningún tipo. Podemos disfrutar de su sinceridad y de su presencia. Conmueve y atrae, y mira que es feo ese tipo. Se las da de duro, pero en ocasiones tiene miedo; bebe y escribe, bebe y dice palabrotas; pero también expresa sus temores y sus remordimientos.
Sale con Linda Lee, su compañera en “Shakespeare nunca lo hizo”; un libro suyo que trata sobre un viaje que hizo a Europa para promocionar su poesía.
A Bukowsky no le interesa escribir sobre obras de arte, manifestaciones, museos y sobre las cosas trascendentales que a otros sí. Él prefiere escribir sobre un perro vagabundo que baja por una calle, o sobre los pensamientos que puede tener un delincuente mientras come una hamburguesa.
No deja de ser paradójico que un hombre con un afán autodestructivo como el suyo haya podido orientar y ayudar a reafirmarse a otras personas. Gracias a él hemos aprendido algunos a liberarnos de prejuicios incómodos que impiden disfrutar de cualquier obra artística o de cualquier otro aspecto de la vida.
Me pregunto cuál será la línea que separa el arte y la experiencia vital. Para Charles Bukowsky el arte es algo con estilo y peligroso; por ejemplo, dice, abrir una lata de sardinas puede ser arte.
Siempre tendré presente a ese que llaman Hank. Ese es su nombre para los amigos. Henry Bukowsky es su nombre real, pero para un escritor no suena bien. Charles Bukowsky sí es un nombre de escritor,…eso dice.
También cuenta que no le motivaba para nada la 2ª Guerra Mundial, pero sí que le hubiera gustado ir para matar a unos cuantos. Él se declaraba fascista en esa época, aunque fuera sólo por llevar la contraria.
No, no tenía pelos en la lengua ese tipo, y gente así no suele haber mucha en este mundo tan puritano y tan falso.
Es de agradecer.
Vean este documental y de paso léanse “Lo que más me gusta es rascarme los sobacos”.

Arín Dodó


2001, Odisea en el Espacio

A la novela le he dado dos interpretaciones.
Primera: la evolución de la especie humana está guiada por una inteligencia superior, ¿extraterrestre?, simbolizada por el monolito. Esta inteligencia le sugiere al mono Moonwatcher que utilice herramientas para dejar de ser herbívoro y convertirse en carnívoro, así le resultará más fácil adaptarse a las condiciones del ambiente y estar mejor preparado para una posible evolución; además esas herramientas (el hueso de otros animales muertos) son un arma poderosa, símbolo de poder. Hasta aquí, esa propuesta me parece correcta. A continuación, el hombre moderno llega al espacio. El monolito le sugiere un nuevo salto en la evolución; éste consiste en la liberación de la materia orgánica (el cuerpo) que nos limita, y convertirnos en pura energía, en sólo inteligencia, un estado máximo evolutivo. ¿Convertirnos en algo así como dioses, en inmortales?. Esto me parece un tanto pretencioso; y además, aburrido. ¿Qué interés podemos tener en convertirnos en dioses y renunciar así a los placeres físicos que nos proporciona el tener un cuerpo?. Las limitaciones que tenemos, ¿no son precisamente un estimulante para que nos sintamos motivados a hacer cosas?.
Segunda interpretación: el máximo grado evolutivo consistiría en la búsqueda del centro del laberinto que llevamos todos dentro; la esencia de la especie humana y la realización de muchos de nuestros anhelos. Esto, al fin y al cabo, ha sido una constante en la historia de la humanidad; ya no me parece pretencioso y entra dentro de nuestra condición.
Bien, ya he dado las dos interpretaciones racionales que tengo de la novela. A partir de ahora me olvido de ellas y me quedo con lo que me hizo sentir la película. A ésta la veo de otra forma. Me parece que Kubrick prefiere las emociones a hacernos razonar. La película tiene momentos que alteran y revuelven el interior, como cuando se oye la música de Richard Strauss con el mono dando golpes con un hueso, o cuando Bowman intenta desconectar a Hal y sólo se oye la respiración del astronauta y al ordenador rogando para que no lo desconecte. Desde mi punto de vista el director apela a nuestros sentidos primarios y deja a un lado el razonamiento intelectual, emitiendo una serie de imágenes visuales y sonoras que nos hacen saltar en el sillón. Me quedo mejor con esta idea, por eso prefiero la película a la novela. No cambio por nada del mundo la emoción que siento al ver al mono golpeando el hueso (mientras la música aturde el cerebro) por el análisis racional de la novela. No tiene ni punto de comparación una cosa con la otra. Por algo las decisiones, dicen, vienen regidas siempre por una emoción.


Sobre "autores" y "artesanos"

Heleídomuchasvecesquetalocuáldirectoresun“simpleartesano”¿cuáleslalíneaqueseparaaun“autor”deun“artesano”?.EliaKazanyWilliamWyler.DICENDELPRIMEROQUEESUNAUTORAUTÉNTICO,DELSEGUNDO,QUEESUNDIRECTORSINESTILOYohevisto“Untranvíallamadodeseo”y“LaCalumnia”Prefierolasegunda,ladeWyler.MEESTOYACORDANDODELASINTERPRETACIONESDEMARLONBRANDOYVIVIENLEIGHENLAPELÍCULADEKAZAN.Lasdosinterpretacionessonintensasyemotivas;puesbien,BrandoesungenioyLeighnotienemuchotalentoperosímuchavoluntadLaseguridaddelasafirmacionesdealgunosmeabrumaAtentamenteArínDodó.