jueves, 17 de diciembre de 2009

John Waters, Divine y Pink Flamingos


!!! VAYA PUTA MIERDA DE PELÍCULA !!!

Éste es el mejor piropo que John Waters,
el director, desearía oir para calificar este engendro.

El calificativo no se refiere a si es buena o mala película;
simplemente quiere indicar la sensación que causa cuando la estás viendo.

Todo esto me hace recordar los comentarios de mi querido Bukowsky,
referentes a lo que tiene que ser el arte, según su punto de vista,
que coincide con uno de los más genuinos pensamientos arindododianos.

El arte debe ser arriesgado,
peligroso
y debe remover los sentidos primarios del receptor.

Debe hacer reir, llorar,
emocionar,
repeler,
hacer sentir ganas de comer,
beber,
cagar o
vomitar.

Esto es precisamente lo que consigue
John Waters en Pink Flamingos.

Es una película repulsiva y vomitiva; irreverente y premeditadamente guarra.

Así que, señores,
la polémica sobre la vulnerabilidad del número áureo y los cánones
establecidos de belleza en el arte está plenamente servida.

El arte, ¿tiene límites?, ¿tiene reglas?. Es más; el arte, ¿existe?.

A mi no me lo pregunten, porque no tengo ni idea...además, me importa un carajo.



Atentamente:
Arín Dodó

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