jueves, 31 de diciembre de 2009

Llamada de socorro

La otra mañana llovía un montón.
Yo tenía las neuronas como el tiempo, así que decidí salir a dar una vuelta.
Me encontré a mi vecina y me preguntó por Dersu Uzala
(obviamente por si había visto esa película, que ella me la había dejado;
no por el cazador, no tengo el gusto de conocerlo).

, le dije, la he visto ya, está muy bien, pero...
(llegó el momento de enfrentarme con mis fantasmas)
...me parece una película fría. No me emociona y me deja indiferente.

Quizá sea una desgracia, pero es así.

Es posible que sea por haberme criado viendo películas de John Wayne,
Charlton Heston, Steve McQueen...
y mi cultura y mi sensibilidad es distinta a la de Kurosawa, y a la de los rusos.
Tampoco me alteré cuando vi Ordet de Dreyer.
En cambio, soy capaz de tener un nudo en la garganta viendo cantar a
James Stewart al final de Que bello es vivir,
o viendo a E.T. cruzando el cielo en bici con la luna detrás
o escuchando el discurso de Charles Laughton delante del amor de su vida
y antes de ser fusilado en
Esta tierra es mía, de Jean Renoir.

¿Qué pasa? ¿ soy un ñoño y un pelmazo que acabará llorando alguna vez hasta con los programas de prensa rosa?, ¿ un ignorante y un sensiblero?.

No lo sé, pero ahora ya no me importa decirlo... lo importante es disfrutar cada momento.

Lo he intentado muchas veces, pero el cine centroeuropeo no me llega y no me altera las fibras.

Tampoco el oriental.

En cambio, me sigue volviendo loco cuando veo a John Wayne
dar manotazos (porque no da puños)
con la mano abierta en Misión de audaces
(otra vez con Constance Powers, que guapa!!!)
y a Lee Marvin cantando en La leyenda de la ciudad sin nombre.

Pues nada, a ver si me contestan los intelectuales y los que no lo son tanto;
los que distinguen lo sensible de lo sensiblero,
los que tienen las ideas tan claras con sus dogmas y sus creencias firmes,
porque yo no sé que opinar y esa idea me trastorna y me atormenta
hasta el punto de no poder pegar ojo.

Me encuentro perdido y no puedo dormir.

Son las 4 de la mañana y mis neuronas no paran de conectar pensamientos que no debo tener.
Es mejor que los deje fluir tal y como vienen... como decían los budistas.

Me voy a escuchar el Closer de Joy Division,
a ver si con la tristeza congénita de Ian Curtis me entra sueño.

AAAAdiós.


Atentamente


Arín Dodó


1 comentario:

  1. Dersu Uzala me daba frio, pero sobretodo en la escena en la que Dersu y el capitán tienen que improvisar un refugio, o morir helados. El final de Ordet siempre me pone a llorar a moco tendid (pero he de decir que justo antes, cuando la chica empieza a mover las manos, da un poco de yuyu).

    Respecto al cine oriental... ¿Ha probado alguna peli de Mikio Naruse?

    De todas maneras, le doy a Vd. la razón en que uno se ha de emocionar con lo que le toque la fibra, y no con lo que supuestamente ha de emocionarnos... ¡Qué Caray! a mi también me gusta el final de Esta Tierra es Mía (bueno, en realidad, me gusta toda la película) que es el final "infeliz" más "feliz" de la historia del cine... Cómo me gusta Laughton desafiando a los soldados que se lo llevan en plan "¡Ahí me las den todas!"

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